En la vida cotidiana, definir de manera precisa un problema es en sí un problema. Incluso, definir la entrada al problema requiere de toda nuestra atención. Podríamos decir que la entrada al problema es simplemente el deseo de Arcadio de comprarle un regalo a Úrsula, pero esto es demasiado vago. Para obtener una buena solución a un problema, es necesario pensar cuidadosamente en nuestro objetivo, e ir precisando poco a poco lo que deseamos lograr. Arcadio comenzó por acotar el universo de regalos posibles, primero a tres y luego a cinco regalos específicos. Sin embargo, otras opciones pudieron ser visitar varias tiendas o buscar regalos por internet.

Esto pudo haber implicado otro problema, digamos un “preproblema”, consistente en definir un conjunto de opciones para buscar los regalos, que funcionara como entrada al problema original. Otra dificultad que tuvo Arcadio fue definir qué perseguía con la compra: tratar de satisfacer las preferencias de Úrsula o decidir qué regalos le gustaban más a él. Y finalmente estaba la dificultad de asignar valores emocionales o preferencias a los regalos.

En resumen, Arcadio tenía que definir tanto la entrada al problema (qué regalos, qué valores emocionales), como la relación entrada/salida.