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Tema 1. Desde la Gran Explosión .
1.3 Grandes Distancias

Si la magnitud absoluta del brillo de una cefeida cercana podía medirse, comparándola con las más lejanas de igual periodo, la diferencia entre las magnitudes de brillo absoluto y aparente nos daría las distancias con sólo considerar que éste disminuye con el inverso del cuadrado de la distancia a la que se encuentre.

Henrietta Leavitt no pudo concluir su obra porque Edward Pickering, su jefe en el observatorio, le asignó otras tareas; él creía que el trabajo del observatorio era recoger datos y no perseguir significados cósmicos.

En esa misma época, 1917, existía el debate acerca de la identidad de las nebulosas espirales y no se lograban resultados convincentes. Sin embargo, los fotógrafos de las espirales empezaron a notar la existencia de objetos cercanos a ellas que incrementaban notablemente su brillo. Se pensaba que esto se debía a que muchas estrellas sufrían una erupción de materia multiplicando su brillo. Este comportamiento se traduce en que estrellas con poco brillo, de repente se muestran más brillantes que sus vecinas, dando la impresión de ser una estrella nueva. Esto dio origen a su nombre latino: nova .

Parecería razonable que, accidentalmente, alguna nova pudiera estar ubicada en la línea de observación de una nebulosa espiral; pero que hubiera varias, forzó otro tipo de preguntas.

¿Es posible que estas novas formen parte de la espiral?

Más aún.

¿Acaso aquellas masas, las nebulosas espirales que son invisibles para los más poderosos telescopios, son un conglomerado de estrellas?

Este razonamiento resultó relevante. Si las nebulosas espirales son del mismo tipo que las observadas en nuestro agrupamiento estelar, el brillo promedio de aquellas novas, decenas de miles de veces más débiles, indica que están un centenar de veces más lejos. Algunos astrónomos empezaron a calcular las distancias que surgían de esta hipótesis.

Los resultados indicaban que las nebulosas espirales estaban mucho más alejadas de la Vía Láctea, incluso para el tamaño más grande aceptado para nuestra galaxia.

Para gente como Harlow Shapley (1885-1972) estas observaciones eran pruebas inequívocas de que las espirales son galaxias independientes, universos isla. Sin embargo, cuando formuló su teoría La Gran Galaxia , cambió de opinión. La Vía Láctea, tal como la imaginaba, era demasiado grande para que todas las espirales fueran comparables. Dado el caso, las espirales debían estar mucho más lejos de lo que indicaban las novas.