4.1. Elementos del dialogo y del debate racional
La secuencia de un diálogo argumentativo puede ser dividida en cuatro fases.
Primera fase: es útil y necesario que las reglas sean explícitamente declaradas y acordadas por los participantes.
Segunda fase: Todo diálogo surge desde un problema, una diferencia en las opiniones o una situación que debe ser resuelta desde los dos lados que constituyen el problema del diálogo. La fase de la confrontación es donde el problema del diálogo debe ser anunciado o acordado para que sea clara cuál es la meta del diálogo.
Tercera fase: La fase de la argumentación es donde cada parte tiene la obligación, utilizando los métodos apropiados, de contribuir para llegar a la meta del diálogo.
Cuarta fase: La fase del cierre es la parte del diálogo donde la meta debió haber sido alcanzada o donde los participantes están de acuerdo en terminar con el diálogo.
Estos requisitos generales de las cuatro fases del diálogo implican, a su vez, otras reglas:
Las reglas de relevancia: que el participante no se aleje mucho del punto a discutir (la meta del diálogo).
Las reglas de cooperación: que el ponente responda las preguntas cooperativamente y que acepte el compromiso de reflejar su posición con precisión.
Las reglas informativas: que un participante proporcione sus argumentos al contrario, el cual puede saber del particular o no.
Para que un diálogo sea fructífero debe hacerse explícitas tanto las cuatro fases como estas tres reglas.