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Debate racional y toma de decisiones
4.3. Toma de decisiones como resolución de problemas
4.3.1 Evaluación de las alternativas

Enlistadas las alternativas se determina el criterio o los criterios para la evaluación de las mismas. Esto es de suma importancia, pues permite considerar o rechazar alternativas dando razones. Los criterios de evaluación son los parámetros, directrices y puntos de referencia que van a permitir evaluar las opciones o alternativas que se presenten en el proceso de decisión. Si bien la toma de una decisión implica la elección entre varias opciones de solución, el dilema que se afronta radica en decidir cuál de esas opciones o alternativas es la que mejor responde a los intereses que se persiguen.

En este sentido se requiere que los criterios establezcan cuáles son las condiciones que deberán ser satisfechas por la mejor decisión. Si el conjunto de criterios está bien formulado, nos ayudará a evaluar los méritos relativos de las distintas opciones y a identificar la solución más conveniente.

Para algunos, la mejor opción dependerá más del tiempo disponible y de las recomendaciones de los expertos o de otras personas que ya hayan abordado la cuestión. Para otros, una opción es mejor que otras si ésta corresponde a algún modelo teórico estudiado. Podríamos indicar en una tabla cuál de las opciones cubre uno o más criterios para evaluar finalmente cuál es la que nos conviene más. (Por supuesto, puede haber más criterios que los señalados o incluso ser otros).

CRITERIOS/OPCIONES Opción 1 Opción 2 Opción 3 Opción 4
Economía        
Accesibilidad        
Grado de integración        
Profundidad        
Fundamento        

Un buen criterio de evaluación nos permite dar cuenta de las características fundamentales de la mejor opción para solucionar un problema. Algunos ejemplos de criterios son:

Economía: la opción es factible porque los recursos que exige son mínimos.

Accesibilidad: la opción es conveniente pues está al alcance en el momento y la situación presente.

Grado de integración: la opción es conveniente pues engloba o involucra a la mayoría de aspectos del problema a resolver.

Profundidad: la opción es adecuada porque apunta hacia la esencia del asunto a resolver.

Fundamento: la opción es adecuada pues corresponde a un modelo teórico ya probado.

Realizada la identificación de los criterios para la evaluación de nuestras opciones, es conveniente determinar si tales criterios están definidos adecuadamente. Esto es, deben ser:

a) claros: los criterios deben ser expresados con términos que se comprendan suficientemente y que no requieran de su explicación.

b) concretos: ser expresados en los términos lo más específicos posible, preferiblemente en términos cuantitativos, siempre y cuando el objetivo lo permita, y

c) justificados: si hay razones o evidencias que dan cuenta de su relevancia.

Si esto se logra, entonces los criterios sí favorecen la toma de decisión racional, ya que proporcionan una perspectiva clara de cuál es la solución final que debe procurarse.

Una vez que se han listado las opciones y se las ha clasificado según los criterios que se determinaron, se evalúan en función de qué tanto cumplen las condiciones delimitadas por los criterios. De este modo, será la mejor alternativa la opción que satisfaga un mayor número de condiciones y asuma el menor riesgo. Durante el proceso de discriminación de las alternativas es de gran utilidad predecir el resultado de una posible acción individual, imaginando cómo serían las cosas si se tomara o no esa opción.

En este proceso, el hecho de que una opción no sea la adecuada, no es razón suficiente para que otra o las demás lo sean. De igual modo, el que una opción se califique como adecuada, no es razón para desechar a las demás. Cada una de las alternativas debe ser evaluada independientemente de las demás.

Una herramienta muy útil para la evaluación de las alternativas, es el análisis lógico tanto de las consecuencias como de las implicaciones de las mismas que vimos en el Tema 2.

Tomar la decisión significa haber elegido la mejor opción disponible según un criterio de evaluación. Pero también significa ponerla en acción. Si se ha tomado una decisión que no puede ponerse en práctica inmediatamente por alguna circunstancia externa, significa que algo no consideramos y que esa alternativa no era la mejor.