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Debate racional y toma de decisiones
4.2 ¿Qué tan importante es tomar una decisión de manera racional?

Como ya se indicó al principio de este modulo, pensar críticamente involucra conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para enfrentar situaciones de incertidumbre en las cuales puedes estar involucrado. Para ser un pensador crítico es necesario razonar correctamente, es decir, perfeccionar nuestra racionalidad. Tal perfeccionamiento nos puede ayudar a lograr otras cosas que consideramos valiosas en los diversos entornos en los que nos desarrollamos: escolar, familiar, social o político.

En la realidad nos enfrentamos a diversas situaciones en las que con frecuencia surgen problemas. Ahí es donde nuestra racionalidad se pone a prueba, y quisiéramos responder lo más eficientemente posible. Lo mejor es empezar a entrenarla con cosas sencillas y en contextos no tan complejos, para después poder enfrentar lo más adecuadamente posible las situaciones que sean más tensas y difíciles.

Algunas de esas situaciones difíciles son las decisiones que ineludiblemente debemos tomar. Seguramente ya has enfrentado el desafío de una decisión importante, pero difícil. También es probable que hayas sufrido las consecuencias de una mala decisión. No es sencillo tomar buenas decisiones o, al menos, razonablemente aceptables. ¿En qué consiste una buena decisión?

Una decisión racional se caracteriza por el uso de una metodología adecuada con instrumentos confiables. De ambos se exige una justificación que permita su evaluación.

Una metodología adecuada considera los recursos que tenemos disponibles: tiempo, dinero, conocimientos, capacidades, disposiciones, etc. No debemos olvidar que todas nuestras decisiones las tomamos en un contexto específico, el cual exige una respuesta determinada. Una decisión racional toma en cuenta la circunstancia implicada.

Nuestras decisiones no sólo nos involucran a nosotros mismos, sino también a nuestro entorno, al mundo en general. Además, otros aprenden de nosotros y nosotros de ellos. Mi razonamiento puede enriquecerse con el de los demás. De este modo, el ejercicio de nuestra racionalidad implica un valor que se verifica en el campo social y nos vincula profundamente con los otros, pues se exige una justificación; es decir, responder a la pregunta ¿por qué?

La práctica explícita de las decisiones racionales permite interiorizar dicha práctica y, en este proceso, adquirir la habilidad. El pensar en qué se hizo y cómo se hizo para llegar a una decisión, conlleva un proceso