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Evaluación de argumentos
2.1. La estructura de un argumento
b) Caso II

Veamos ahora qué ocurre con nuestra estructura II. De nueva cuenta se trata de una estructura que sólo tiene una premisa en la cual aparece la letra "o" relacionando a A con B, de forma tal que las pone en alternativas o en disyunción. Si decimos que la premisa es verdadera tenemos que aceptar que el enunciado A y el enunciado B tienen entre sí una relación de disyunción, lo cual nos hace reconocer dos posibilidades: 1. ambos enunciados son verdaderos o 2. por lo menos uno de ellos lo es, aunque no sabemos cuál, porque si es cierto que la disyunción es verdadera por lo menos uno de los enunciados debe ser verdadero.

En otras palabras, para que la premisa sea verdadera es suficiente que uno de los dos enunciados sea verdadero. Tal como está la estructura del argumento II no nos ofrece mayor información, simplemente a partir de esa premisa concluye A. Tomando en cuenta estos datos pensemos: ¿hay alguna posibilidad de que la premisa sea verdadera y la conclusión sea falsa?

Efectivamente, podemos pensar en un caso, en el que A de manera individual ea un enunciado falso y B de manera individual sea un enunciado verdadero. En ese caso la premisa sería verdadera, ya que en una disyunción basta con que uno de los elementos sea verdadero para que la disyunción sea verdadera; así, si B es verdadero, aunque A sea falso, la disyunción es verdadera. Sin embargo, podríamos concluir A, que es un enunciado falso, lo cual significaría que la estructura II presenta un caso que nos lleva de premisa verdadera a conclusión falsa. Por lo tanto, no pasa el test de la validez.

Veámoslo con un ejemplo. Pensemos que esta vez A significa: "La bolsa de valores subió", y que por su parte B significa: "La bolsa de valores bajó". ¿Sin tener ninguna premisa más y sin tener mayor información aceptaríamos que se sigue A? Tal como está la estructura, no parece haber impedimento para pensar que también pueda haberse dado B y en ese caso A sería falsa. Por lo tanto, sí podemos pensar en un caso en el que la premisa sea verdadera y la conclusión no. Por esta razón la estructura II no pasa el test de la validez, pues en ella es posible que la premisa fuera verdadera y la conclusión no.

Toma en cuenta que para poder evaluar si una estructura argumentativa deductiva es válida no necesitamos saber si de hecho sus enunciados son verdaderos, basta con suponer que lo son y poner atención en su forma. Por ello podemos afirmar que la validez es independiente de la verdad, esto es, que no es necesario que los enunciados que componen a un argumento sean de hecho verdaderos para que su estructura sea válida.

Podríamos construir argumentos que contienen enunciados que de hecho sean falsos y eso no impide que el argumento en su estructura sea válido, porque un argumento concreto es tan sólo una instancia, un ejemplo, de una estructura. Para que podamos reconocer que una estructura es válida tenemos que fijarnos en que no tenga ninguna instancia, ningún ejemplo, en el que sus premisas sean verdaderas y su conclusión sea falsa. En ese caso, no podría pasar el test de la validez.